Justo donde ahora se encuentra esta céntrica calle, que conecta la Avenida López Cantarero con Calle del Horno y con el centro histórico de nuestra ciudad, antaño se hallaba una de las principales casas de Maracena. Una construcción que databa, al menos, del siglo XVI y que ya recogía el Libro de Apeo de 1572. A finales del siglo XIX su propietario era Pedro Arroyo Pineda, un labrador de la localidad del que sabemos gracias a su sobrino nieto, el escritor granadino Francisco Ayala quien pasó muchos veranos en la vieja casona, la cual contaba con un magnífico patio de columnas renacentistas y que daba a dos calles: el, antiguamente denominado Camino de Albolote y la Plaza del Arco, actualmente Plaza de Castillejos. Gracias a Francisco Ayala sabemos que su tío era, a su vez, sobrino nieto de Mariana Pineda, símbolo de la demanda de libertades en nuestro país.