Fue esta una pequeña plaza que conectaba la vieja Calle del Pascasio, hoy Pablo Neruda, con la Calle del Horno. Aquí se ubicaban algunas de las casas más grandes de Maracena, entre ellas una del Conde del Arco y Guaro, quien tenía su residencia fija en nuestra localidad en una casería que se hallaba en la actual Plaza Al-Ándalus. La gran casa, que poseía aquí, la tenía arrendada y ocupaba casi toda la fachada occidental de esta placeta por lo que los maraceneros la denominaron como la Plaza del Arco, en referencia al conde. Con el paso del tiempo fue evolucionando fonéticamente hasta Plaza de Alarcón pasando a ser la Placeta de Castillejos según actas municipales del siglo XIX hasta ahora. Quizás por el aspecto de fortalezas de las grandes casas que la rodeaban, las del Conde del Arco, la del Conde de Baños y la de la familia Arroyo Pineda.
Falladas de la Plaza del Arco o Alarcón en los años 40 del siglo XX. En primer término la casa de “Periquito Arroyo”.